Joel-Peter Witkin fotógrafo neoyorkino, causo gran controversia durante la década de los 80 ya que sus modelos a fotografiar eran cadáveres, personas con anomalías físicas. Además evocaba temas como culto a la muerte, exhibicionismo, fetichismo, religión, sadomasoquismo, etc.
Recuerdo de niño siempre pensé sobre la muerte y ,al cautivarme esta interrogante , me causó pesadillas que logre superarlo difícilmente. Ya de joven realicé un trabajo por un día en un sanatorio y sentí un olor fétido que me llevo hacia la puerta de la morgue. Allí visualicé una cama de cemento rectangular y personas alrededor con trajes blancos, máscaras y guantes realizando una necropsia a un anciano que tenia el abdomen cortado. Me acerqué poco a poco y me sentí anormal porque mi estomago tomaba el control , dominaba mi cuerpo y salí presuroso del lugar .El ambiente nauseabunte me hizo huir y tuve fuertes dolores de cabeza en transcurrir del día ,como si la muerte fuera eso para los vivos solo un “dolor de cabeza” . Aun percibo ese olor fétido, ya sin efectos secundarios, cuando veo fotografías como el Hombre de Vidrio y la forma del artista de embellecer al occiso mediante la fotografía en un contraste de blanco y negro teniéndolo de misterio y una adecuada iluminación que resalta cada centímetro del cuerpo.
Sin duda, unos de los artistas contemporáneos que replanteo la fotografía con su temática y sus técnicas de tratamiento de revelados.
El artista cuando abrió una exposición con estas palabras: “El arte real es una forma espiritual que se nos muestra visualmente, que nos transforma. Es un regalo de gracia que me ha trasformado durante 46 años. Cambiando mi corazón, mi alma, mi espíritu. ¿Por qué hago esto? Porque me permite mostrar al mundo el arte verdadero, el arte de la trasmigración del alma del artista al espectador. Esto, nos muestra un camino para liberarnos de la patología de la razón.”
Recuerdo de niño siempre pensé sobre la muerte y ,al cautivarme esta interrogante , me causó pesadillas que logre superarlo difícilmente. Ya de joven realicé un trabajo por un día en un sanatorio y sentí un olor fétido que me llevo hacia la puerta de la morgue. Allí visualicé una cama de cemento rectangular y personas alrededor con trajes blancos, máscaras y guantes realizando una necropsia a un anciano que tenia el abdomen cortado. Me acerqué poco a poco y me sentí anormal porque mi estomago tomaba el control , dominaba mi cuerpo y salí presuroso del lugar .El ambiente nauseabunte me hizo huir y tuve fuertes dolores de cabeza en transcurrir del día ,como si la muerte fuera eso para los vivos solo un “dolor de cabeza” . Aun percibo ese olor fétido, ya sin efectos secundarios, cuando veo fotografías como el Hombre de Vidrio y la forma del artista de embellecer al occiso mediante la fotografía en un contraste de blanco y negro teniéndolo de misterio y una adecuada iluminación que resalta cada centímetro del cuerpo.
Sin duda, unos de los artistas contemporáneos que replanteo la fotografía con su temática y sus técnicas de tratamiento de revelados.
El artista cuando abrió una exposición con estas palabras: “El arte real es una forma espiritual que se nos muestra visualmente, que nos transforma. Es un regalo de gracia que me ha trasformado durante 46 años. Cambiando mi corazón, mi alma, mi espíritu. ¿Por qué hago esto? Porque me permite mostrar al mundo el arte verdadero, el arte de la trasmigración del alma del artista al espectador. Esto, nos muestra un camino para liberarnos de la patología de la razón.”
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